domingo, 28 de junio de 2015

DE RUTA: LA TEBAIDA BERCIANA

El sendero circular de la Tebaida Berciana es una ruta para senderistas de nivel medio que podemos hacer por los montes bercianos.



La ruta transcurre, como su propio nombre indica, por la zona de la Tebaida berciana, una zona situada al sureste de la comarca del Bierzo, al pie de los montes Aquilianos. Se conoce a esta zona con el nombre de Tebaida en relación con la zona geográfica de la Tebayda en el Alto Egipto donde se concentraban gran números de cenobios y eremitas, pues esta zona del Bierzo se llenó de ermitaños y monjes a semejanza de la zona egipcia. Esta zona de la Tebaida Berciana ha sido catalogada como zona de paisaje pintoresco así como sitio histórico.

La primera vez que hice esta ruta fue en primavera, uno de los momentos más recomendables ya que en el Bierzo, en esta estación, tenemos unas temperaturas muy agradables sin llegar a ser demasiado calurosas para tanto caminar.Comenzamos a caminar sobre las 10 de la mañana para poder terminar antes de comer, aunque hay quien tarda más y hay quien tarda menos. No hay que llevar una preparación material más allá de la normal: calzado cómodo, agua, gorra… y muy recomendable la cámara de fotos.



La ruta, al ser circular se puede iniciar desde cualquier punto, pero nosotros esta vez decidimos empezarla desde el pueblecito de Montes de Valdueza, uno de los pueblos bercianos que todavía conserva su encanto de pueblo totalmente rural, con las calles de tierra y las casitas tradicionales en piedra y madera. 
Desde el pueblo salen distintas rutas de senderismo que podéis consultar en el siguiente enlace: Rutas desde Montes

Además, este pueblo, conserva los restos de un antiguo monasterio, el de San Pedro de Montes, que fue uno de los más poderosos en tierras bercianas en cuanto a territorio, y que hoy en día, pertenece a la diócesis de Astorga y al que dedicaré una entrada en el blog más adelante.


Siguiendo por la senda que sale del pueblo, pasando un riachuelo, caminamos para empezar un poco cuesta arriba por un camino entre castaños, robles, nogales y brezos.
Si vais en primavera, quizás no encontréis a los castaños verdes, pero si podréis comprobar como el agua del deshielo recorre ya las tierras de los montes refrescando el ambiente y poniendo su granito de arena a la banda sonora de la naturaleza.



Siguiendo este camino, llegaremos a un riachuelo que baja desde lo alto de la montaña y justo allí acabará la senda más sencilla para comenzar la zona “más complicada”, que es una enorme cuesta que nos permitirá pasar de valle a valle.

Si ya habéis comenzado a pasar calor, podéis aprovechar esta zona para refrescaros y preparar la subida al lado del agua, tomándoos unos segundo para disfrutar de la paz de la zona.







Después de la cascada habrá que subir un buen trozo, y podremos ir divisando desde lo alto el Monasterio de Montes. Esta zona ofrece unas vistas privilegiadas del entorno y del pueblo, como premio a aquellos que deciden hacer el sacrificio de cruzar montaña a través de pueblo a pueblo.



Llegaremos por fin a lo alto de la montaña donde encontraremos un letrero que nos indicará que vamos por el buen camino y divisaremos desde allí el pueblo de
Peñalba, otra de las joyas de la corona de la ruta y que también tendrá su espacio en otra entrada de este blog en un futuro, tanto por la belleza del pueblo como por su iglesia mozárabe.

Una vez que nos encontramos en lo alto tendremos que descender hasta el pueblo, y ya se sabe, cuesta abajo todo será más fácil… 



En este descenso volveremos a encontrar cascadas y algún riachuelo así como a atravesar zonas de bosque frondoso que son una auténtica maravilla para nuestros sentidos.
Así mismo encontraremos carteles que nos indicarán la ruta hacia la cueva de San Genadio uno de los ermitaños “famosos” de la zona, ruta sencillita que parte del pueblo de Peñalba.







Este pequeño pueblo conserva todo el encanto de un pueblo de montaña y ha sido restaurado a la manera de construcción de los pueblos de la zona y en el que podréis encontrar además de las casas de los vecinos, casas rurales, dos bares y una iglesia que es una de las joyas del arte mozárabe.










Pero una vez llegados a Peñalba, hay que seguir la ruta, ya que tenemos que volver a  Montes, el punto de partida.Marcharemos entonces por las montañas que antes teníamos a mano izquierda. 
Saldremos de Peñalba por la carretera que llega y termina en el pueblo y por ella caminaremos un rato y hasta que, de nuevo, encontraremos carteles que nos indiquen por donde debemos seguir entrando otra vez en la montaña. 




En esta fase de la ruta caminaremos por los antiguos caminos que se utilizaban, cuando la gente no se movía en coche, para ir de unos pueblos a otros.



En algunas zonas tendremos a uno de los lados acantilados y podremos disfrutar de unas estupendas vistas del Valle del Silencio.




También en este tramo atravesaremos cascadas y riachuelos, incluso en algunas zonas tendremos que tener cuidado para no resbalar.



Por estos caminos bajaremos la montaña hasta llegar al río Oza y la toma del agua.
Cruzada la carretera, nos tocará de nuevo subir por un camino que sale de la montaña. transitaremos de nuevo por los viejos caminos e iremos completando la ascensión pudiendo disfrutar otra vez de unas maravillosas vistas, ahora, desde el otro lado.


Finalmente, poco a poco,llegamos  por fin a Montes, nuestro punto de partida. Nuestra ruta se acaba, y después de tanto caminar, nada mejor que disfrutar de una buena comida que nos ayude a reponer fuerzas. 
En esta ocasión comimos en la Cantina de Montes o La Cantina de Sara (os dejo un enlace a su Facebook donde podréis encontrar fotos de la zona La cantina de Sara), una comida completa y contundente, a muy buen precio, para dejarnos como nuevos y con las pilas recargadas para nuevas aventuras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario