viernes, 23 de agosto de 2013

Playa de las Catedrales


Agosto de 2013, un día estupendo en Galicia, sol, calor.... aunque las noticias se empeñen muchas veces en que Galicia es solo lluvia, sí, aquí también existen los días de verano y calor, y también hay playas en las que el agua no está especialmente fría, je je je.
Viajamos hoy a la playa de las Catedrales, en Ribadeo, Lugo. 

He ido dos veces a esta playa, y ambas veces no he mirado antes, cosa que recomiendo hacer, cómo está la marea, ya que una de las características de esta playa es que tan pronto tiene un extenso arenal, como te quedas sin playa al subir la marea.
La verdad es que no llegamos excesivamente pronto, pero tampoco excesivamente tarde, aún así nos las vimos y deseamos para aparcar ya que era "hora punta" de visitas, por lo que os he comentado de la subida de la marea.
Una vez aparcado, pues bien es cierto que aunque había muchos coches buscando también hay varios aparcamientos preparados para acogerlos, pasamos una estupenda mañana en la playa.
Para comer hay un bar que ofrece tanto platos a la carta como bocadillos a un precio adecuado. Decididos coger unos bocatas y bajar a la playa, así podíamos aprovechar mientras se pudiese visitar.
Os sorprenderá la cantidad de gente que hay de paseo visitan grutas y cuevas, más que una playa parece un museo.




La playa de las Catedrales ha sido excavada por la fuerza del mar y del viento, muchas veces haciendo arcos que recuerdan a los arbotantes de las Catedrales góticas.
También se han formado cuevas, a veces pasadizos, por los que los visitantes pasean.
La verdad es que encontré la playa algo masificada de paseantes, resultaba algo difícil sacar buenas fotos, ya que está todo el mundo queriendo hacerse fotos con cada cueva, con cada charco y con cada roca.

Además de las cuevas, pasadizos y arcos, otro de los atractivos de la playa son los laguitos artificiales que van quedando en la arena al bajar la marea y en los que los visitantes aprovechan a bañarse.

Al visitar la playa, como ya he dicho, hay que estar atentos a la marea, pues cuando sube lo hace rápidamente. Afortunadamente los socorristas hacen una gran trabajo avisando a los paseantes y ayudándolos en ocasiones a pasar por donde la roca pone alguna dificultad.





Estas fotos de aquí muestran el momento en el que sube la marea, y la de abajo una vez que ya ha subido y ha desaparecido la playa.
Podemos pasear por los caminos de madera que recorren los acantilados donde además podemos disfrutar de la flora de la zona.

 Si uno se quiere bañar, una vez que sube la marea, tiene fácil solución si se va a la playa de Area Grande que hay al lado (aunque no la recomiendo, ya que es una playa bastante sucia, cosa rara para ser una playa gallega). La mejor opción para mi, acercarse hasta la playa de Foz, a unos 15 minutos.

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